martes, 19 de enero de 2010

SASTRE LOCO y la eternidad


Cuenta la leyenda que antes de ser santo, el Abad del Monasterio de Leyre, Virila, se encontraba inmerso en su intento por comprender plenamente, el significado de la palabra "eternidad". Fué entonces, cuando una tarde que paseaba y rezaba por aquellos caminos de la sierra del mismo nombre que el monasterio, que escuchó el cántico de un pajarito. Tal belleza, melodía dulce que jamás antes escuchara, hizo que el abad del monasterio cayera en un sueño apacible del que tan solo despertó cuando el ruiseñor dejó de cantar. Cuando el Abad regresó al Monasterio, descubrió que no había pasado una tarde, si no, 300 años que a él le habían parecido un aterdecer veraniego.

Sí, he de confesarlo, hoy hemos llegado tardísimo al colegio y aunque no es escusa, la verdad es que cada día, las conversaciones matutinas con Andrea se parecen más y más al dulce trinar de un ruiseñor... Sin ir más lejos, hoy el asunto ha versado sobre su sueño con el "SASTRE LOCO" -y es que las cosas que verdaderamente son importantes en la vida, no hay que dejarlas pasar. Hay que escuchar-.

Después de explicarme con pelos y señales cómo eran los tacones de los zapatos del sastre loco y un sin fin de detalles "macabros" más, que no vienen al caso...


Andrea (A).- Esta noche he soñado con el sastre loco. Es muy tonto.

Papa (P).- ¿De verdad?, ¿y te cortaba el dedo?

A.- ¡NO! Ya no me lo chupo.

P.- Ah..., entonces ¿por qué estas tan preocupada?

A.- Bueno, en el sueño me lo chupaba solo un poquito y él corría detrás de mí.

P.- ¿Y te alcanzaba?

A.- ¡NOOOOOOO! El sastre loco no corre tanto como BAMBAT!


NOTA 1: Para los que no esteis al tanto, Bambat es BATMAN, personaje de cómic que tiene abstraida a mi hija en su lucha contra el crimen.

NOTA 2: Momo, no sé si tu sastre podrá cortarle las orejas a BAMBAT. Vas a tener que actualizar el cuento y añadir alguna capa o rayo cegador o láser o algo..., ¿no?