miércoles, 13 de abril de 2011

Un año mas; un primer último curso...


Un año más está a punto de pasar en tu vida estudiantil.
Desde aquella mañana (hace ahora 5 años y 4 meses, mas o menos) en la que mamá te dejó en brazos de tu cuidadora, en Pitufis (tu guardería), año tras año tus padres dejan todo de lado: apañan horarios, hacen malabares con los compromisos que puedan tener, dicen "no" a cosas a las que en otro momento habrían dicho "sí", en definitiva, el mundo parece que entra en modo "pause" durante el tiempo que dura un festival tuyo de Navidad o de final de curso.
Pero éste acto es especial. Va a ser la primera graduación a la que voy a asistir: la de mi hija. Para ella será su fiesta de graduación de Educación Infantil.
Excepto dos defensas de dos doctorandas realizadas en la UNA, no recuerdo ningún otro acto académico al que yo haya asistido.
Con permiso de las dos anteriores, creo que el acto de hoy va a superar con creces los suyos (amor de padre)

(...)

Y así ha sido: en el aire flotaba cierto olorcillo a nervios por parte de los padres que allí nos habíamos dado cita; incluso asistió una madre que acababa de dar a luz unas horas antes del comienzo del acto.
Con aire solemne, en primer lugar entraron el director del colegio El Redín y la directora del colegio Miravalles seguidos por las profesoras y a continuación vosotros. En ese instante se empezaron a oir murmullos llenos de exclamaciones quedas, mezcla de asombro, orgullo, nervios... Pero vosotros, con paso firme y decidio, con toga negra y birrete, con vuestro comportamiento intachable y con algunas mariposas en el estómago, disteis ejemplo a esa abuelita que no entiende la cámara digital (último modelito) de fotos y se pone de pié para echar una fotografía interminable que bien podría haberla hecho sentada y levantando un poco los bra-ci-tos (con mucho retintín) para así no molestar tanto a los que se sientan dos filas más atrás; disteis ejemplo a esos padres que por querer grabar una secuencia con su "Iphone 4 de 32 Gb en calidad HD" (más retintín), son capaces de ponerse en medio del pasillo, donde también estorban a los que estamos sentados dos filas más atrás y que a consecuencia de la abuelita anterior intentamos sacar alguna imagen inclinándonos hacia el pasillo; pero aún con todo, menos mal que tu madre es capaz de saltar por encima de todas las adversidades, plantarse al lado de la tribuna, llamar tu atención y conseguir "la foto", "tu foto".

¡FELICIDADES MUJERCITA!

De un padre orgulloso (¿se nota?)

lunes, 11 de abril de 2011

Descubrimientos


P.- ¿Hola?

A.- Hola papá. Mamá va conduciendo. ¿Dónde estas?

P.- En el trabajo.

A.- Y ¿qué haces?

P.- Pues trabajando.

A.- Ya, ¿pero qué haces?

P.- Pues... (¿cómo se explica algo a Andrea que no se quiere explicar aún?) ya te lo he dicho: estoy en el trabajo, delante del ordenador. Como siempre.

A.- Sí, eso ya lo sé, pero ¿me puedes explicar qué estas haciendo exactamente?

P.- Verás, ahora mismo estaba escribiendo un informe a mi jefe en el que le cuento lo bonita que es mi hija y los ojos tan azules que tienes...

A.- ¿A eso te dedicas? Por fin lo he descubierto: ¡tú eres un acusica de las personas!


Nota: ¡Puf!