lunes, 24 de enero de 2011

Gripe



Mi madre, como todas las madres, me mimaba cuando era pequeño y veía que el mercurio del termómetro llegaba casi a los 40 ºC o incluso parecía pasar ese número; y yo me sentía un poquito mejor; sobre todo cuando me daba zumo de melocotón. Uhmm! aún recuerdo su sabor dulce y su textura extra suave.
(...)
Andrea tiene gripe. Empezó el domingo pasado cuando se quejó de un poco de dolor de garganta y la cosa fue a más, hasta llegar a la tarde noche del domingo en la que la madre descubrió que ella estaba ardiendo.
Le puso el termómetro y marcaba cerca de los 39 ºC. Su carita era un poema triste de una tarde otoñal y de repente, sin hablarnos, la madre y yo nos miramos y en nuestra mirada ya no estaba la tensión y el enfado de días anteriores en los que Andrea se superaba con sus contestaciones, desmanes y ademanes que a cada momento parecía poner en la mesa cual jugadora de mus farolera de boca grande para los órdagos y cartas pequeñas para defenderlos; ahora estaba indefensa y pedía, suplicaba con su mirada una caricia, un cariño...
A.- Mamá (repite con voz queda), mamá
Para entonces, su madre ya la tenía en sus brazos y contra su pecho, como siempre la ha puesto cuando lo ha creido necesario, protegiéndola y deseando que el mal que a ella le afecta se vaya pronto muy lejos. Y yo contemplándolas sin saber qué hacer ni qué decir.
V.- Andrea, ¿qué quieres hija?
A.- Por fin voy a dormir contigo esta noche.
P.- ¡¿Cómo?!
V.- Has oído bien; esta noche duermes en el sofá o en la cama de ella.
P.- ¡Grrrrr!
Ni que decir tiene que no sirvió de nada...

domingo, 16 de enero de 2011

Dia de perros


Cuando yo era pequeño (no recuerdo qué edad tendría) los días peores de mi vida eran aquellos en los que me costaba un mundo despertar y parte del Universo ir al cole..., esos días podían terminar de cualquier manera (generalmente, mi madre terminaba pegándome con la zapatilla)

Supongo que en la vida de cualquier familia, existen días muy buenos, días buenos, regulares, malos, muy malos...
Últimamente, con Andrea parece no existir término medio: los días son muy buenos o son como los que protagoniza cuando se empeña en no hacer caso a sus padres, profesores, vecina (coopropietaria)...

Hoy domingo (16 de enero de 2011) y el amanecer del lunes no ha sido un buen dia en la vida de la familia G. A: los padres de Andrea se han enfadado muchísimo con ella por culpa de... (¡qué importa de quién sea la culpa!); incluso ha llegado a desafiar a su madre, ofreciéndole la cara cuando ésta le ha dicho que le daría una bofetada..., y claro, se la dio; incluso has llegado a desafiar a tu madre cuando te ha castigado sin un día de dibujos animados..., y claro, estarás dos días sin dibujos; incluso has desafiado a tu padre cuando te ha pedido que elijas entre ir a misa o a la guardería de la parroquia o por el contrario estarías hasta la hora de comer en tu cuarto sin salir..., y claro, al final casi, casi, ni comes.

Y en la mañana del lunes, cuando tus padres creían que lo del domingo había sido una pesadilla:

V.- Por favor, no hagas que me enfade y ven a desayunar.
A.- Las bragas. Estas bragas no sirven. Me quiero cambiar las bragas.
V.- ¡Andrea!...
P.- Ya está. Ya vale. Ella sabe lo que tiene que hacer. Se lo hemos dicho y también le hemos dicho las consecuencias: si no vienes a la mesa con papá y mamá, te irás al cole sin desayunar y sin peinar...

¡Y claro!, se ha ido al cole sin desayunar, sin peinar y con los ojos hinchados de llorar, pidiendo por favor que "no la matemos de hambre"

Y el caso es que el lunes por la tarde, no han mejorado mucho las cosas, porque cuando he salido de casa para ir a trabajar, mamá estaba pidiéndole que se metiera en el baño y Andrea en su papel de "yo soy mayor y no necesito que nadie me diga lo que tengo que hacer", "me voy a ir de esta familia y de esta casa porque me tratais como a una rata", "eres una mandonica porque siempre estas diciéndome lo que tengo que hacer", etc, etc, etc.

jueves, 13 de enero de 2011

Si existe la felicidad...


Intento recordar cómo me lo tomé cuando mis padres me dijeron o yo me enteré de que iba a tener una hermana. De aquella tenía 11 años y ya había desistido en la idea de que mis padres quisieran tener un hijo más.

Sí recuerdo cuando se lo conté a un amigo en el colegio..., recuerdo la escena, pero no recuerdo mis sentimientos (quizás, confusión) y sí recuerdo que después de hablar con mi amigo, me sentí mejor y más contento con esa idea. Pero por más que lo intento, no recuerdo cómo me sentí cuando me dijeron que iba a ser una niña o que había sido una niña.

De lo que sí estoy completa y absolutamente seguro, es que me hubiera gustado reaccionar como tú lo hiciste.


(...)


P.- Andrea, ven (y cogiéndola en brazos) tenemos una noticia que darte.

V.- Una noticia muy, muy importante.

A.- ¿Del bebé?

P.- Sí. Ya sabemos qué va a ser.

V.- ¿Qué te gustaría que fuera?¿qué piensas tú que va a ser?

A estas alturas de la conversación, Andrea tenía sus ojos dilatados al máximo y una sonrisa de oreja a oreja, me abrazaba con fuerza y tenía las piernas tensas...

A.- ¡NIÑO! ¡Seguro que es niño!

P y V.- ¡Sí!¡Es niño!


Andrea se soltó de mi cuello y ya en el suelo corrió a decirles a todos sus amiguitos del patio, que su hermano bebé iba a tener "colita"

viernes, 7 de enero de 2011

Un año más llegaron los Reyes y....


La noche más mágica del año para cualquier niño rodeado de mayores. La noche en la que se la juegan el todo por el todo. La noche en la que todo premio o castigo (por parte de los familiares) está relacionado con "ellos". La noche del 5 al 6 de enero de 2011 en Santiago de Compostela...

P.- ¿Hoy no vas a dormir?
A.- Sí. Con vosotros.
P.- Pero tú eres mayor y tienes que dormir sola, en el cuarto de María.
A.-No. María no está y yo voy a dormir con vosotros. Esta noche ya lo he dicho.

¡Y cómo no!, ella se acurruca en la cama con nosotros y de puro cansancio se queda dormida como un lirón, pero antes...

P.- ¿En qué piensas?
A.-Es que mi cerebro me está diciendo cosas que me vuelve loca.
P.- ¿De qué?
A.- Pues de los Reyes, ¿y si no me he portado bien?
P.- Duérmete. Ya no merece la pena pensar en eso porque ellos ya lo saben todo y ya tienen pensado qué te van a traer.

Y en un último intento de sanear su conciencia (cerebro)...,

A.- Papá, mamá, yo os quiero mucho.

¡Cómo no le iban a traer cosas los Reyes!??????