viernes, 30 de diciembre de 2011

El gato con botas... y ella también


Antes de Nochebuena y antes de la noche de Reyes Magos, dependiendo si estamos en casa o casa de los abuelos, siempre estas un poco nerviosilla por aquello de los regalos (supongo). Este año, nos ha tocado pasarla allí, con tus abuelos, tu madrina, tus tias F. y C. M. y tu hermano y padres.

Un par de dias antes paseábamos por Santiago con tu tía Pi...

Pi.- ¿No me dijistes que habías pedido a Papá Noel unas botas?
A.- Sí. Mira ese escaparate, mamá ¿podemos pasar a ver esas botas?

Antes de que tu madre contestara, tu tía te pasó dentro para que te probaras algunos modelos. Yo esperé fuera con tu hermano, que iba dormidito en el carro.

Después de un rato, salisteis tú y tu madre de la zapatería...

A.- Por favor mamá cómpramelas, cómpramelas que son chulísimas.
M.- Pero ¿cómo te las voy a comprar? si dentro de dos dias viene Papá Noel, pídeselas a él y si has sido buena...
A.- Tú siempre estas igual, nunca quieres comprarme nada de lo que te pido.
M.- Mira, vamos hacer una cosa: vamos a ir al cajero automático y si hay suficiente dinero, venimos y te las compro y si no hay dinero pues tendrás que esperar a la Nochebuena.
A.- Vale.

Fuimos hasta un cajero próximo mientras Pi y tu abuela quedaban un poco rezagadas y cuando tu madre salió del cajero te dijo que solo había un euro en su cuenta y que como las botas costaban muchos más, que sería mejor pedírselas a Papá Noel.

Mamá entró a un estanco a comprar tabaco y tú con ella.

A.- Papá, ¿sabes cuánto se ha gastado mamá en droga?
P.- Será en un paquete de cigarros, ¿no?
A.- Bueno, sí. Se ha gastado 3'94 euros y luego dice "la tía" que no tiene dinero para mis botas ¿te lo puedes creer?...

Las casillas del parchís


Supongo que como cualquier otra niña, cuando mi hija pasa mucho tiempo en casa sin salir a un parque o a pasear, el ambiente familiar se empieza a cargar un poco y casi siempre, ella termina castigada.

P.- Como sigas así te voy a castigar sin ver dibujos animados, 2 días. ¿Qué te pasa, que estas tan nerviosa?

A.- Te tengo que contar algo que yo sé que no te va a gustar nada.

P.- Bueno, cuanto antes lo hagas, antes pasará lo que tenga que pasar. No te preocupes y cuéntame qué te ha pasado.

A.- En el colegio, en el patio del colegio, he vuelto a pegar a una niña.

P.- ¿Te ha pegado ella primero a tí?

A.- No. No me ha pegado pero...

P.- Pero bueno, ¿cuántas veces tendremos que decirte que no se ha de pegar? Tienes que intentar defenderte si te pegan a tí, pero no tienes que iniciar ninguna pelea ni ser una pegona.

A.- Pero es que me sacan de mis casillas papá; yo tengo 10 ó 14 casillas nada más y cuando se me gastan tengo que pegar...