jueves, 13 de enero de 2011

Si existe la felicidad...


Intento recordar cómo me lo tomé cuando mis padres me dijeron o yo me enteré de que iba a tener una hermana. De aquella tenía 11 años y ya había desistido en la idea de que mis padres quisieran tener un hijo más.

Sí recuerdo cuando se lo conté a un amigo en el colegio..., recuerdo la escena, pero no recuerdo mis sentimientos (quizás, confusión) y sí recuerdo que después de hablar con mi amigo, me sentí mejor y más contento con esa idea. Pero por más que lo intento, no recuerdo cómo me sentí cuando me dijeron que iba a ser una niña o que había sido una niña.

De lo que sí estoy completa y absolutamente seguro, es que me hubiera gustado reaccionar como tú lo hiciste.


(...)


P.- Andrea, ven (y cogiéndola en brazos) tenemos una noticia que darte.

V.- Una noticia muy, muy importante.

A.- ¿Del bebé?

P.- Sí. Ya sabemos qué va a ser.

V.- ¿Qué te gustaría que fuera?¿qué piensas tú que va a ser?

A estas alturas de la conversación, Andrea tenía sus ojos dilatados al máximo y una sonrisa de oreja a oreja, me abrazaba con fuerza y tenía las piernas tensas...

A.- ¡NIÑO! ¡Seguro que es niño!

P y V.- ¡Sí!¡Es niño!


Andrea se soltó de mi cuello y ya en el suelo corrió a decirles a todos sus amiguitos del patio, que su hermano bebé iba a tener "colita"

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