viernes, 31 de julio de 2009

MOLESTIAS QUE MOLESTAN ;-)



Ahora que estamos separados, cada vez que suena el teléfono yo corro a cogerlo pensando que esta vez Andrea sí va a querer hablar conmigo cuando su madre le pase el móvil y voy a poder oír su voz cuando me explique (de manera fugaz) cualquier cosa que le haya pasado ayer, hoy o mañana ya que dentro de su cabeza el mañana se confunde con el ayer y el hoy con el mañana.
Al final, siempre termina mi bella dama Vanessa, contándome lo que Andrea ha hecho o está haciendo y yo me río o me sonrío, pero casi siempre consigo oír la voz o la risa de mi hija en segundo plano, jugando feliz con alguna de sus tías.

Txarlin (T).- Hola. ¿Qué tal?

(T).- ¿Vanessa?
...
(T).- ¿Vanessa?
Miro el teléfono, veo que parece estar funionando bien y cuando me acerco el auricular al oído...
Andrea (A).- ¿Papá?
(T).- ¡Vaya!, ¡Andrea! Hija ¡qué alegría oír tu voz! ¿Qué haces?
(A).- Papá, que vamos al circo…
(T).- ¡Qué bien! Seguro que ves muchas cosas. Fíjate bien y luego te llamo para que me cuentes si has visto algún truco de magia o algún animal o a los payasos…
(A).- Papá, papá, que te llamo para decirte que no nos llames al móvil porque vamos al circo y nos vas a molestar. Adiós.
Toma mamá no oigo bien lo que dice papá; hay mucho ruido.

2 comentarios:

  1. Se te ha olvidado el final (y conste que lo digo por experiencia): y se nos queda en la cara una sonrisa estúpida, entre la alegría de saberlas felices y la melancolía de que ya crean que no te necesitan.

    ResponderEliminar