viernes, 27 de agosto de 2010

El reencuentro

Hoy va su madre de camino para Cangas do Morrazo.
Esta noche se encontrarán y me imagino que Andrea se abrazará a su madre, la besará y se mimarán la una a la otra durante un ratito y yo no estaré para hacer lo propio.
Vanessa se ha marchado esta mañana de casa con la maleta, una nevera esquelética que el año pasado vino llena de Galicia, con los bolsillos llenos de besos para Andrea y sobre todo, guapa, muy guapa; tan guapa como cuando cualquier madre va a buscar a lo más preciado para ellas.
El otro día por la noche me afanaba en explicarle a Andrea cuántos días quedaban para que su mamá fuera a por ella a Cangas:

.-Andrea, dentro de pocos días mamá irá a buscarte para traerte a casa. Dentro de poco empieza el colegio.

.-¿Cuántos días?

.- Escucha. Hoy es martes por la noche, así que mañana cuando te levantes tendrás que desayunar, comer, luego merendar y después cenar y dormir. Al siguiente día tendrás que repetir todas las comidas que te he dicho y cuando llegue el viernes: desayunarás, comerás, merendarás y... es posible que a la hora de la cena, mamá estara contigo.

.-Papá, yo no me quiero ir. No quiero empezar el colegio. Aquí se está muy a gusto.

.-Bueno. Mamá se estará allí en Cangas unos días, antes de regresar contigo a Cizur.

.-¡Ah! Bien. Explícame otra vez cuánto tengo que comer para que mamá llegue a Cangas.

*Antes de volver a explicarle cuántas veces le quedaban por comer, me estuve riéndo un momento pensando que Andrea acababa de reinventar la fórmula de la Velocidad : v = (df-di / tf - ti) + C, donde "v" es velocidad; "df", distancia final; "di", distancia inicial (generalmente es "0"); "tf", tiempo final y "ti", tiempo inicial (también, generalmente, "0") sumando la variante "C" de "comida".

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