viernes, 25 de febrero de 2011
Clase de anatomia
Supongo que en muchas casas, eso de que la madre haga de médico ha de estar al orden del día.
Como ejemplo, en la familia de mi esposa hay 10 mujeres: la abuela, P., F., C. M., V., N., M., Andrea, A. y S. de las que, de una de ellas desconozco cuan implicada pudiera estar con el tema "medicina" y por el contrario, otra esta estudiando el primer curso de medicina en Santiago e incluso otra, ya es médico desde hace unos años.
Cuando Andrea ha estado malita, casi todas han dado su opinión al respecto con todo el amor y la experiencia del mundo.
Supongo que esa "aptitud-conocimiento", que esa ciencia "médica-cariñosa" y que ese saber de la "anatomía-amorosa-mimosa" se hereda..., de alguna manera.
(...)
P.- Venga que vas a llegar tarde otra vez al cole.
A.- Déjame dormir un poco más.
Y vuelve a desperezarse tirando con su manita hacia arriba, la camiseta del pijama y dejando a la vista su ombligo que tanta gracia me ha hecho siempre, desde que se lo curaba con alcohol de farmacia.
P.- ¿Sabes que cuando estabas en la tripita de mamá, tú estabas unida a ella por un tubito? (y le señalo su ombligo)
A.- Eso ya me lo has contado "ciento mil" veces...
Y haciendo alarde de sus conocimientos de "anatomía" y con el tono de voz que tan solo un doctor en la materia podría utilizar, Andrea añade:
A.- ..., ¡el "militar"!. Ese tubo se llama así.
Su madre y yo nos miramos y enseguida comprendimos que se estaba refiriendo al "cordón umbilical"; y riéndonos simpáticamente, así se lo hicimos saber.
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