viernes, 29 de julio de 2011

Y lo que tenía que pasar.... pasó.


En un acuerdo tácito entre tu madre y yo, pactamos que solo te diríamos que cogieras a tu hermano en presencia de un mayor. No queríamos, ni queremos prohibirte que cojas a tu hermano, porque te conocemos y sabemos que eres capaz de eso y mucho más.
Pero todo tiene un límite y tú has llegado a él hoy.

Según me ha contado tu madre, cuando ibas a dejar al niño en la amaca, se te ha escurrido y se ha dado un golpe (creo que pequño, porque casi estaba ya en la amaca) en uno de los barrotes de metal laterales. Y claro, esto ha dado pié a tus abuelos y no sé si a más gente de los presentes, para emprenderla a grito "pelao" contigo.

Según me ha contado tu madre, tú misma te has autocastigado yéndote a tu habitación a acostarte, mientras el niño lloraba desconsoladamente. Pero lo que no me ha sabido aclarar tu madre, es si el niño lloraba de dolor o por el sustos de los gritos contra tí; quién sabe, quizás con su llanto estaba diciéndoles a todos: ¡No gritéis a mi hermana que me asustais a mí!

No te preocupes, cuando sea mayor se lo preguntaremos (;-)

De todas formas, creo que tu madre te ha vuelto a recordar que es bueno que cojas a tu hermano, pero siempre que haya un mayor cerca de tí..., por si acaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario