viernes, 14 de octubre de 2011

El duende


Cuando tenías 18 o 20 meses me quedé observándo cómo bailabas delante de la televisión. También te miraba tu abuelo E. Se me ocurrió comentar en voz alta lo que pensaba en ese momento: "como te guste la fiesta y la noche igual que a tu padre y a tu madre le ha gustado, la llevo clara contigo..." y tu abuelo me contestó: "me parece que tan solo con la tercera parte de lo que fue su madre, ya tendrás bastante..."

(...)

Esta semana ha sido un poco extraña: desde el sábado estuvimos con los horarios un poco revueltos debido a las fiestas del Pilar 2011 y si a todo esto le sumamos la visita inesperada de tu tio y S...

El caso es que no se si por una cosa o por la otra o si por todas juntas, has llegado a subirte a la parra y más arriba..., vamos que te has columpiado más alto que Heidy.

Llegastes a decirle a mamá que cuando ella fuera vieja, la tirarías por la ventana (espero que cuando leas esto te sorprendas tanto como nosotros, cuando te oímos decir eso).

Y claro, tanto tensastes la cuerda que al final se rompió y el castigo que te impuso tu madre fue el de no asistir a las clases de sevillanas que te había prometido dias antes, cuando presenciastes a un coro Rociero actuar en la carpa del patio.

Hacía mucho tiempo que no te veía llorar y ese día tu corazón estaba en cada lágrima, cuando llorando de rabia decías:

A.- ¡Mamita, no!, eso no, por favor. Que no he ido ni un solo día. Déjame ir tan solo una vez (...) Si me porto bien, ¿cuándo podré ir a baile?
V.- Te he dicho que ya no te voy a dejar ir a baile. Ese es tu castigo.

Y tú seguías llorando. Pero eso fué el detonante para que pararas de hacer las cosas que hasta ese momento estabas haciendo y que nos empezaban a poner de los nervios. Ese castigo fué para tí como un dardo anestésico para un caballo desbocado.

Por la noche me enteré que le contastes a Marga lo del castigo y no se si ella tuvo algo que ver o si por el contrario fue cosa de tu madre, el caso es que por la noche me hicistes una demostración de cómo hay que poner las manos al bailar sevillanas y cómo hay que empezar con el pie derecho a bailarlas.

P.- ¿Pero tú no estabas castigada?

(Sin parar de mover las manos, momento: cojo una manzana, la muerdo, la tiro y la piso)

A.- Hemos hecho un trato mamá y yo. Hemos cambiado el castigo del baile por 15 dias completos sin televisión.

No se yo qué pensar... Ojalá y el duende que llevas dentro se quede pequeño y estas decisiones no le hagan crecer hasta convertirlo en un monstruo

No hay comentarios:

Publicar un comentario